Jack veneno es hoy un eco no muy lejano, en Youtube podemos ver retazos de la épica lucha librada contra el imperialista Rick Flair, le vimos ondear la bandera en el palacio de los deportes frente a miles de fanáticos. Hoy día, la lucha libre local no cuenta ya con ese arrastre de masas otrora tan significativo, por eso las batallas que enfrentan a íconos locales con extranjeros se ha trasladado a otro campo: el de las cervezas. Luego de 4 años dando tumbos sin saber, Brahma desde principios del 2009 ―año en que cambio de agencia publicitaria― por fin cogió juicio elevando su percepción de calidad ante el público, el aumento de consumo es notable, aunque presidente sigue siendo el líder. Esto es para muchos toda una batalla por la dominicanidad, no en vano la consigna publicitaria de la marca local es: lo nuestro es lo verdadero. ¿Quién ganará?
El mito de lo nuestro
Apelar a una dominicanidad en constante evolución ha sido la estrategia de comunicación del staff de mercadeo de la Cervecería Nacional, pero en realidad lo que se comunica va muy detrás de esos cambios. He aquí el primer problema. Este mensaje podría fácilmente ser objeto de burla por parte de la competencia, sí Ambev decidiese vender la imagen del visitador amable y complacido que respeta los símbolos de su huésped, solo que a la vez poniendo en duda a un vecino celoso ―la marca Presidente― afortunadamente para Cervecería, Brahma se ha ido por otro camino y ha decidido comunicar que ella puede llegar a ser tan dominicana como su competencia , este es parte del mensaje que nos queda al ver como se contrata a figuras locales para promover exclusivamente a la cerveza brasileña. Al final Quién cuente con más figuras a su servicio, será percibido como el más fuerte.
Que gane la mejor
Aun recientemente, Ambev cometió el desliz de seguir poniendo a competir la Brahma regular contra las dos versiones de la cerveza Presidente, aun a pesar de que desde la clase media baja hasta la clase media ya consolidada se daba una clara predilección por Brahma Light. Hoy, las cosas han cambiado y vemos un mayor despliegue publicitario de esta marca en consonancia con las tendencias de consumo por parte del pueblo llano. Y es que claro, alguien en el staff de mercadeo de Ambev no quería ver a una de sus cervezas elite siendo de consumo por la masa pero, a fin de cuentas la sensatez triunfó por encima del esnobismo. Esta batalla va para largo, yo no diría que está en juego la dominicanidad pues esto es una falacia de cervecería, pues la única verdad es que gracias a esta competencia el consumidor dominicano disfrutará de más beneficios.
