El lunes 16 de abril el Sol tuvo una enorme explosión de
aproximadamente 127,138 kilómetros. Es decir, poco más de la distancia
equivalente a 10 planetas Tierra. Generalmente estas explosiones se ligan a
ráfagas de viento solar y en esta ocasión una ráfaga de clase M1 (tamaño
mediano) ocurrió durante el monumental evento, sin embargo no estuvo dirigida
hacia La Tierra. Es la primera vez que la NASA da a conocer, con imágenes tan
nítidas, un suceso como éste.