Manzanero y Céspedes ofrecieron show, armaron un muy buen “pancho”

Tal como se esperaba, el resultado del encuentro entre Armando Manzanero y Francisco Céspedes quedó como un traje hecho a la medida de cada intérprete, para que el auditorio, muy bueno en capacidad, se deleitara de principio a fin con la hermosura de las más de 20 canciones con las que quedó “armado el pancho”.  La cantante Elixandra representó al país con varias canciones que fueron del agrado de todos. Luego, a las 9 y 50 minutos de la noche, entró a escena el maestro Armando Manzanero, al ritmo de los aplausos de un auditorio compuesto en su mayoría por parejas adultas. Elegantemente vestido de pies a cabeza, el artista de inmediato comenzar a dramatizar lo que ya habían anunciado: que él y Pancho eran un par de solteros que compartían un mismo apartamento y que esperaban a una chicas, las cuales nunca llegaron.
“Todo es un misterio” fue el escogido por el compositor mexicano para el inicio del concierto.
“Dónde está la vida”, “Adoro”, “Te extraño” y el dueto “Si tú no estás”, siguieron “Armando el Pancho” de recuerdos en los expectadores.
Las luces, el sonido y una extraordinaria orquesta, integrada por músicos cubanos, se unieron a la complicidad de dos artistas que, más que el acostumbrado recital de canciones, lo que presentaron fue un apartamento a puertas abiertas donde todo el que quería entrar, imaginariamente, lo podía hacer.
   Algo que hizo más posible y digerible el encuentro fue las cosas en común que tienen estos artistas: Manzanero tiene influencia del bolero cubano, Pancho tiene influencia de Armando. Son tantas, que el artista mexicano volvió a decir que quiere, admira y respeta a Pancho como si fuera su hijo, palabras que emocionaban al cubano.
En complicidad entre ellos hicieron suyos al público, logrando que la fingida despedida se convirtiera en constantes súplicas para que siguieran cantando más de lo establecido en el libreto.
“Somos novios”, “Señora”, “No se tú”, “Esta tarde vi llover” y otras que tuvieron que repetir, fueron las armaduras necesarias para que Armando y Pancho triunfaran anoche.